Skip to main content

Click here to read this newsletter in English.

Al principio de cada año, muchas personas se proponen hacer más ejercicio. En el boletín de este mes, nos adentramos en los beneficios de la actividad física y en la relación del ejercicio con la salud cerebral.

El ejercicio y la salud del cerebro

 

Estudios han descubierto que el ejercicio está asociado a la reducción del deterioro cerebral. Por lo tanto, la actividad física puede ayudar a proteger contra el deterioro cognitivo. En un estudio realizado con 120 participantes, las personas que hacían ejercicio con regularidad mostraron un crecimiento del hipocampo, una región del cerebro asociada a la memoria, y obtuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria en comparación con las personas del grupo de control.

Además, un estudio con 100 participantes con deterioro cognitivo leve (DCL) descubrió que las personas que empezaron a hacer ejercicio con regularidad obtuvieron mejores resultados en las evaluaciones de la memoria y experimentaron un menor encogimiento del cerebro con el paso del tiempo, en comparación con los participantes sin intervención de ejercicio.

Un estudio reciente realizado por un equipo de la Universidad de California en San Francisco dirigido por la Dra. Kaitlin Casaletto detectó que la actividad física está relacionada con la integridad sináptica, un indicador de la salud del cerebro y la cognición. El equipo de investigación descubrió una correlación entre la actividad física regular y el aumento de los niveles de las proteínas responsables de ayudar a las células cerebrales a comunicarse. Este resultado ha ayudado a identificar las formas en que el ejercicio puede ayudar a mantener la salud del cerebro más adelante en la vida.

Innovaciones en la investigación del ejercicio

 

Investigadores de la Universidad Nacional de Australia están estudiando un novedoso método para aprovechar los beneficios de la actividad física: “ejercicio en una píldora”. Después del ejercicio, el cuerpo produce señales moleculares que protegen contra la degeneración de la función cerebral y la vista relacionada con el envejecimiento. El equipo espera convertir estos cambios moleculares en un fármaco para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.

No obstante, los investigadores animan a las personas sin limitaciones de movilidad a realizar una actividad física regular. Los innumerables beneficios para todo el cuerpo del ejercicio constante, incluyendo la mejora de la salud cardiovascular, inmunológica y mental, serían imposibles de empaquetar en una píldora.

Consejos para mantenerse físicamente activo

 

Empezar a hacer ejercicio con regularidad puede parecer un objetivo desalentador. Sin embargo, convertir el ejercicio en una actividad social, como salir a pasear con un vecino o reunirse con los miembros de la familia para practicar un deporte, y establecer objetivos con los seres queridos son excelentes maneras de empezar. Apuntarse a una clase de baile puede ser otra forma divertida y poco estresante de empezar a conseguir los objetivos de ejercicio.

La actividad física no tiene por qué consistir en ejercicios repetitivos y extenuantes. Algunas formas únicas y sencillas de mantenerse activo son la jardinería o pasear al perro. Introducir variedad en el ejercicio cambiando el tipo de ejercicio, como el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza, es otra forma de mantenerse interesado. La clave para mantener un hábito de ejercicio regular es encontrar formas interesantes de hacer ejercicio que sean agradables y sostenibles.

Independientemente de cuáles sean sus propósitos, esperamos que pueda avanzar hacia sus metas en 2022. ¡Gracias a todos nuestros participantes, cuya dedicación es esencial para nuestro objetivo de avanzar en la investigación de la salud cerebral!