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A lo largo de la historia de la humanidad, la música ha sido esencial para expresarse, celebrar y unir a la gente. Ahora, algunas investigaciones científicas indican que la música puede ser una herramienta prometedora para reducir el estrés, la ansiedad y la depresíon de las personas que viven con la enfermedad de Alzheimer, así como de sus cuidadores.

¿Cómo afecta la música al cerebro?

 

La música es poderosa y activa muchas partes del cerebro. Además de la corteza auditiva, que procesa el sonido, se ven afectadas regiones cerebrales específicas de la memoria y el movimiento. Debido a este efecto generalizado, los recuerdos musicales a largo plazo pueden ser conservados durante más tiempo en la enfermedad de Alzheimer.

El potencial terapéutico de la música 

 

La música puede tener efectos positivos en el estado de ánimo, la sensación de alerta y, posiblemente, incluso en las habilidades perceptivas y motoras de las personas con la enfermedad de Alzheimer. 

A largo plazo, la musicoterapia puede tener el potencial de disminuir los síntomas depresivos y ayudar a mejorar la calidad de vida. 

La música, en lugar de las simples instrucciones verbales, puede ayudar a las personas con Alzheimer a recordar sus recuerdos personales. En un estudio, se pidió a los participantes, con y sin Alzheimer, que escucharan música instrumental y, a continuación, describieran cualquier recuerdo de su pasado que les trajera la música a la mente. Muchos participantes con la enfermedad de Alzheimer fueron capaces de hablar sobre los recuerdos, con detalles vívidos y de forma específica. 

 

Incorporar la música a la vida cotidiana

 

La música puede seguir siendo una forma valiosa de conectarse con alguien, incluso cuando una persona con la enfermedad de Alzheimer ya no es capaz de comunicarse verbalmente. También logra desempeñar un papel fundamental en la prestación de cuidados.

Si usted cuida o vive con una persona con Alzheimer, aquí hay algunos consejos para incorporar la música a su rutina diaria:

  • Toque melodías que resuenan: ¿Tiene la persona una canción favorita? Coordine con la familia y los amigos para preparar una lista de canciones que aporten alegría y que se asocien a recuerdos positivos. 
  • Muévase: Movimientos sencillos, como aplaudir, pueden ser una forma estupenda de relacionarse con la persona. Considere la posibilidad de bailar, si ambos se sienten cómodos haciéndolo. 
  • Esté atento a su respuesta: Es importante no sobre estimular a la persona. Esté atento a su estado de ánimo, sus emociones y sus movimientos. Si tienen una reacción negativa a una canción concreta, pase a la siguiente.
  • Marcar la pauta: La música puede crear el ambiente. Para ayudar a motivar o dar energía a la persona, pruebe con algo más alegre. La música calmante y tranquilizante puede ser ideal para relajarse por la noche o ayudar a disminuir la agitación o la inquietud. 

Aunque es necesario seguir investigando para comprender las complejas formas en que la música influye en el cerebro, la música como herramienta terapéutica resulta prometedora. 

Agradecemos a toda nuestra comunidad de participantes: ¡gracias, como siempre, por sus valiosas contribuciones a nuestra investigación!